El mar escupe su ira contra las rocas.
Las rocas emiten su certera llamada al suicida.
El suicida acaricia suavemente
la soga cancerígena
de cuello
de útero
de su incomunicación fetal.
El suicida acaricia suavemente
la soga cancerígena
de cuello
de útero
de su incomunicación fetal.
Inédito
Empieza tu poema con verso que es un topicazo y después como casi todos tus poemas, crece y crece desembocando en... otro sitio. Muy lírico. Me ha encantado aunque a mí, Valencia nunca me llevado a escribir sobre eso. Soy más de Vicent.
ResponderEliminarHace un rato he visto cómo se suicidaba el Valencia, en la Copa de Europa, ante el Schalke 04.
ResponderEliminarEs de verse lo poemáticos que pueden ser los futbolistas, aun sin saberlo: Uno, precisamente del Valencia, Claramunt, de allá por los años 70, declaró en cierta ocasión, a propósito de una simple osteopatía de pubis, que tenía una lesión "por la parte del monte de Venus".
JL
Céfiro. Me gusta dejarme llevar por el poema, aunque a veces te conduzca hacia un acantilado sin salida.
ResponderEliminarJosé Luis, lo del monte de Venus de Claramunt es precioso.
Más que suicidio, lo del Valencia de este año, tras la salida de sus estrellas, es falta de potencial para sobrevivir, al menos en Europa.