Entre tanta metafísica barata,
observo por mi ventana cómo alguien
envuelto en una inefable bata
de andar por casa
le corta de forma irremisible
la barba a mi vecino,
y no miento si digo que me apetece
meter estos calcetines sucios y rotos
en la lavadora
y poner la mía a remojo
con una o dos cervezas
mientras me hurgo con virulencia
digital
en la herida.
Que mañana será otro día
con derecho de admisión,
pero sin un bendito libro de reclamaciones,
en esta vida-letrina,
donde poder cagarme en dios.
Certero, francotirador.
ResponderEliminarJL
Ay, con Caudillotirador me hubiera conformado yo.
ResponderEliminarPerdón por la gilipollez. Estoy con esos días...
Con este has terminado de ganarme. Un zarpazo demoledor. Y además si lo acompañas con ese vídeo...
ResponderEliminarSí, este vídeo contiene mi canción favorita del señor Lapido en solitario.
ResponderEliminarPero qué grandes huevos tiene mi hermano. Tú sí que eres un gran poeta. No digas que no te avisé.
ResponderEliminarY lo guapas que están tu hija y tu mujer cuando van a la playa, ¿que no?
¡¡Un abrazo amigos!!
Qué alegría encontrarte de nuevo por aquí, "mi amoro" (como dice Jara).
ResponderEliminarIncluso cuando no van también lo están.
Hasta las próximas cervezas. See you, sugar.