jueves, 24 de febrero de 2011

SOY UN PERRO ANDALUZ




Tu boca se colma de carmín,
mis labios de tu vello axilar.
Mis labios
desaparecen
entre borricos acechando al piano
y presbíteros arrastrados en escalas ciegas.
Hormigueo en la mano de atrezo.
La misma mano que te soba las tetas, el culo.
La misma mano que acompañará eternamente
a esta cara de muerto
desmoronándose de bicicletas
con cuerpo en el bosque.
Con calaveras de mariposas coexistentes.
Difícil paseo por la playa.


Inédito






jueves, 17 de febrero de 2011

EN BUSCA DEL FUEGO


El Homo erectus que hay en mí
desespera por el mechero de yesca mensual
de un tampón entre tus piernas.



jueves, 10 de febrero de 2011

FILETES DE MI CONCIENCIA





Concierto de Ruth en Badajoz, Febrero 2011




(El siguiente poema me lo envía mi gran amigo Juan José García Rodríguez. Al parecer, según me cuenta, lo escribimos a dos manos una turbia noche de hace más de diez años, bajo la influencia de sendos –y lamentables- estados de intoxicación. El lugar era un pub llamado Porrón, bastante cochambroso, que hacía las veces de nuestra casa cada noche de fin de semana. Como digo, no recuerdo haber escrito el poema, por lo tanto desconozco la autoría de cada uno de los delirios perpetuados, así que, con toda probabilidad, las partes ripiosas serán mías –pido disculpas por lo chirriante de algunas (bastantes)- y los versos destacados,si los hubiere,de Juanjo –Jony-)





“Me cago en esta vida que acabo de empezar.
Me cago en este día y me cago en esta paz.”

Los lunes caigo en el olvido,
olvido de tu abrigo y me escurro en el exprimidor
de la memoria olvidada, entumecida y apuntada.
Olvido cometer el exceso de recordarte.
Empecé a introducir una moneda,
la caída es inevitable.
Suicidio en cadena de miradas convencionales.
Luego aparecí, apunté lo que pensaba y continué,
continué en la incesante búsqueda del descanso.
Si lo que quieres es que te busque algo
empezaremos por balancear la cabeza
a ritmo de parpadeo.
Escribir por escribir,
escribir poemas en bares atiborrados de penes
y depresiones oníricas,
tan sencillo como el amor que cubre mis piernas.
Bombeo inesperado, oleada de cucharas,
incremento suculento en el vadeo.
Extranjero con mi propio vómito.
Embotellé una de tus caricias,
desprecié en mi habitación
tu cuerpo envasado al vacío.
Retratando un labio
en la lumbre asfixiada de tu cigarrillo,
atrapas la vida en tus pulmones,
como bolsas adormecidas.
No me apetece ni uno solo de tus apetitos.
Calle abajo, por la nocilla de tus muslos.
Esto te escribo con el vino
que derrocho cuando te bebo,
cucharada de tu boca,
(eyacula) ción.





miércoles, 2 de febrero de 2011

TENGO UNA CITA (XII)











-Creo que tuvo usted una infancia triste.

-No, mi madre no paraba de reirse mientras me pegaba.


Federico Fellini, Historias extraordinarias