martes, 26 de junio de 2012

PRESENTACIÓN EN MADRID DE ESCRITOS DE LÁPIZ DE LABIOS



El próximo jueves 5 de julio, el poeta almeriense Germán Guirado, presentará en Madrid su último poemario Escritos de lápiz de labios, de Ediciones Vitruvio. Este escritor, provinciano donde los haya, recala en la capital del reino con una maleta cargada de ilusiones (y su concordante vaciado de bolsillos por la tasa compensatoria de sobrepeso aéreo) y un alma de niño presta a dejarse conmover por las maravillas de la gran ciudad.

El acto, de cuya celebración habrá que culpar a la insensata intermediación de las señoras Teresa Naranjo y Arantxa Otero, tendrá lugar a las 19:30 horas en La Taberna Encantada, local situado en la calle Salitre, 2. Zona de Embajadores.

Encantados estaremos nosotros con la presencia de este entrañable paleto de las letras sureñas. Emplazándoles a que, por caridad cristiana, no lo dejen solo en tan señalado suceso, ya que sería un error imperdonable no tenerlo, en cada momento, debidamente controlado.


miércoles, 20 de junio de 2012

ACERCA DE ESCRITOS DE LÁPIZ DE LABIOS: TERESA NARANJO PÉREZ





Me permito la licencia de hablar de Escritos de Lápiz de Labios, con la sola intención de hacer una declaración formal de mi admiración hacia el autor.

Parafraseando a Felipe Zapico Alonso  "Desconfío del halago y el elogio", esta frase ha estado presente desde que empecé mi singular andanza por estos mundos de los versos y sus autores, y no es desconfianza, tan solo prudencia.

Descubrí a Germán una preciosa noche en Ciudad Real, en la que se recitó El Litro de Versos, de Felipe Zapico al que siempre me he declarado adicta, mi prima Carmen me regaló el libro de Germán, Menos Tú (ella me ha traído todo lo bueno que hay en mi vida de unos años a esta parte) y ahí caí rendida, pues cuanto leía me elegía, no sabría escoger ningún poema, porque cada uno de ellos tocaba directamente en el centro de mis vísceras. Menos Tú, se convirtió  en uno de mis imprescindibles.

Ayer, Germán, me obsequió su Escritos de Lápiz de Labios, no pude resistir la tentación de al menos hojearlo, de madrugada que es la única que me otorga cierta lucidez a mi eterna ignorancia. Y me encontré con una vieja llaga.



                                   En las tardes de pesca los viejos marineros

                                   cosen redes de hímenes con la aguja gastada

          de la lengua del pensamiento.

Y me recordé ....

Sabía que si continuaba leyendo no sería capaz de conciliar el sueño, con mis ojos, pero esta perpetua lucha se ha convertido en un grato insomnio.



      Hay que ser valiente para salir corriendo de esta vida.

      Hay que ser valiente para afrontar la mañana

      sin un poema que llevarse a la boca,

      sin una boca a quien llevarle poemas.



El reloj a partir de las doce de la noche, siempre me ha dado una tregua e incluso me ha regalado sus horas, hasta llegar el día.



         Dispongo de tanto tiempo

         que todos mis relojes mueren

         atragantados.

Podría extenderme hasta la madrugada y seguir escribiendo sobre todo cuanto me ha removido leer este Escritos de Lápiz de Labios, pero no quiero desgranar más, por dos motivos; primero y principal, porque seréis vosotros, lectores, los que tendréis que descubrir los versos que os han elegido y segundo, porque terminaríais conociéndome y yo no quiero ser presentada.

Valgan estas palabras y estos versos elegidos  y escogidos, para hacerte llegar, mi querido amigo Germán, mi más fiel y sincera enhorabuena. No quiero terminar sin antes nombrar a Ruth y a Jara, no se pueden tener mejores musas.

Y ahora  te contaré un secreto a voces, me reconocí en el mismo instante que os conocí (Germán y Zapi).


Teresa Naranjo Pérez, poeta

jueves, 14 de junio de 2012

ACERCA DE ESCRITOS DE LÁPIZ DE LABIOS: JOSÉ LUIS MORENO-RUIZ




Vean, esto no es una mariconada lírica:

"Me cagaré en la bandera,
el himno y la frontera
mientras exista un solo desheredado
dispuesto a limpiarme el culo".

Una preciosa declaración de principios. Es un poema de Germán Guirado, de su libro "Escritos de lápiz de labios" (Ediciones Vitruvio; Madrid, 2012).
Quizá tampoco lo quieran creer ustedes, pero, por una vez, y aunque no se trate de una mujer bella, sino de un libro convencionalmente editado (lo que quiere decir bien editado), aquí hay poesía de verdad, sintiente, doliente y gozante y rozagante: ni una sola chuminada lírica a lo largo de las páginas. Ni una. Y para demostrar que no miento, véase:

"Siempre me ha fascinado
la figura de las antiguas plañideras.
Hay días en los que yo hubiera sido
un magnífico profesional".

Y, claro, Germán Guirado, como buen poeta, no podía dejar de presagiar y presagiarnos:

"Una jauría de perros rabiosos olfateará tu rastro.
La aridez abrazará tus sueños más húmedos.
El miedo ofrecerá su tarjeta de visita.

El amor te sonreirá.
La vida te sacará los ojos.
La muerte te los meterá por culo".

Y por si quedaba alguna duda acerca del existencialismo cómico del autor (la comicidad es la única manera, a mi modo de ver, en que el existencialismo pueda ser algo más que un teatrito de variedades para mariconcetes y putillas de las artes y las letras), véase este poema titulado "La metamorfosis":

"Siempre supiste que el amor
tan sólo era una mierda
y hoy despiertas
convertida en mosca".

No me digan, por lo demás, que no se trata de auténtico realismo, y no necesariamente realismo sucio.
El poemario, leído de un tirón, tiene un ritmo vertiginoso, de alternancia de poemas largos como baladas y poemas cortos como apotegmas. Y, cual los días mismos, alterna igualmente ascos y golosuras, que eso es el pasar de las jornadas. No en vano hay tiempo para todo:

"Tu coño sobrevuela
entre turbulencias
el cielo de mi boca".

Valga este levísimo apunte, no sólo para que recomiende yo el poemario de Germán Guirado, que nadie tiene por qué hacerme caso, sino, pues me da la real gana, para celebrar su aparición y regocijarme con su lectura: tanto en lo que me ha hecho disfrutar como en lo que me ha hecho sufrir (esto último, desmenuzando el poeta, de manera implacable, lo siniestro).
Por fortuna, en mi opinión (in my opinion), Germán Guirado tiene poco que ver con un poeta. Seguro que por eso tiene versos incontestables.


José Luis Moreno-Ruiz, periodista y escritor

viernes, 8 de junio de 2012

EL DÍA QUE RAY BRADBURY MORÍA Y MANOLO PRECIADO EMPEZABA A ENCONTRARSE MAL

Las dos primeras fotos realizadas por Martyn Thompson






Aquí me hallo, un peón, como la mayoría, que vive en primera persona, y desde la vanguardia de la batalla, las dificultades de una profesión ingrata, como la del poeta, que da sin recibir apenas nada, salvo cruentos atropellos. Son malos tiempos para la lírica y para la enseñanza, acuciadas ambas por golpes bajos que malogran nuestra entrega y minan el entusiasmo. Pero hasta en lo más cruento de la lucha, cuando uno se pregunta si merece la pena continuar, levanta la vista y observa, desde un rincón del madrileño parque del Buen Retiro, en plena efervescencia librera, o en una sala de una biblioteca pública donde un poeta acostumbrado a cobrar poco por un desnudo integral de alma presenta al mundo su obra, que aún hay personas que aman la literatura, que se remueven ante la sublimidad de un verso, de una metáfora, de una aliteración (mi recurso favorito), y comprende que siempre hay un premio.


Cuando Germán me pidió que presentara su libro, Escritos de lápiz de labios, me sentí encantada y aterrada casi a partes iguales (hoy pesa más la segunda… Pero espero que se me pase…) En su momento, ya digo, intuía que lo iba a pasar mal, pero sin duda, estaba más encantada que otra cosa. Es normal, no todos los días tengo la oportunidad de leer en primicia y presentar un libro; pero es que además, el poeta, en este caso, es mi amigo, y ello supone otra vuelta de tuerca al concepto de orgullo… Y yo me siento orgullosa de contar entre mis amigos a Germán.

Así que Germán es mi amigo, y además, es un poeta, con todo lo que ello implica: El amigo (y su señora esposa, mi Ruthie querida) me alimenta literal, que no literariamente, con esas cenas maravillosas e ibéricas, en las que compartimos conversaciones menos castizas pero no por ello poco jugosas; y siempre al amor de un buen vino… De modo que sí, aquí mi amigo, a veces también maltrata un poco mi hígado… Se trata de un daño colateral… El poeta, en cambio, alimenta mi alma. Y es que la poesía es una necesidad del alma: el que la escribe ha de echarla afuera, mostrarla al mundo, compartirla para que el peso sea más liviano y, sobre todo, para que los hambrientos de poesía podamos sobrevivir…

Este libro, ¡que he leído, ojo! A pesar del mes de junio, de los recortes y de la vida; este libro, digo, ofrece las especialidades de la casa: A saber, cotidianidad, reflexión, humor, amor, ironía… Ironía… La guarnición perfecta para el bocado amargo de la realidad, que cada vez es más difícil de tragar y, sobre todo, de digerir; y que Germán, cual Arguiñano que disfraza de huevo frito con patatas la más alta cocina, maestro de lo cotidiano, nos muestra a través del amable tamiz de la ironía.

Y es que el poeta, sin ser de este mundo, lo habita; y el mundo, a su vez, ingrato casero, le pasa factura: hipoteca, euribor, político, destino en negro… Son conceptos nuevos que inundan estos Escritos de lápiz de labios, (¡Y qué remedio!) y que se abren camino entre epitafios en lápidas de cementerios confundidos, sangre roja como la tarde, lúbricos deseos… Baudelaire, Bukowski… Y en medio de todo, un tierno poema de arte menor (de edad), con o sin coletas, que comparte un sándwich con el poeta-papá o que sale a recibirlo a la vuelta de la primera página…

Así pues, desde su Limbo cercano de poeta neomaldito sin ganas de serlo, Germán nos descubre lo importante de la vida: Salud, para vivirla; dinero, para paliarla; amor, para compartirla… Y, por encima de todo, pasión, para afrontarla.

Ya casi vuelvo a estar más encantada que aterrada de estar aquí… Será que estoy pensando en el condumio de más tarde… Por eso, y por esto, mi estómago, y mi alma, te dan las gracias, Germán. Ojalá nunca nos falten un par de versos que llevarnos a la boca…

De modo que, continuando con el símil culinario, no me queda más que desearles buen provecho y mejor futuro.


María del Mar Arenas


ENTREVISTA CANDIL RADIO