lunes, 16 de marzo de 2015

ACERCA DE NI UNA PALABRA DE ESTO: JOSÉ LUIS MORENO-RUIZ

Tercer poemario de Germán Guirado, Ni una palabra de esto contiene versos como hachazos. Tajantes. Me parece que son aún más tajantes que en sus poemarios anteriores, cosa que se puede comprender perfectamente pues si algo queda claro es que Germán Guirado no le hurta el bulto de su verso a los peligros del suceder cotidiano; muy al contrario, va por ellos con el verso bien afilado y los taja como quien radiografía: para exponer y explicar.
Había querido poner ejemplos, pero me resulta dificil escoger uno u otro poemas: Si el inicio del libro es trepidante (Mi sangre busca un leve resquicio / por el que escapar a tu encuentro, dicen los primeros versos), cada poema supera el anterior, como cada verso supera al de la línea de arriba. Un portento. Me parece un trabajo titánico. No obstante, y casi al buen tuntún porque ya digo que me resulta muy difícil escoger un poema, me parece definitorio este XXVI:

Entre tanta metafísica barata,
observo por mi ventana cómo alguien
envuelto en una inefable bata
de andar por casa
le corta de forma irremisible
la barba a mi vecino,
y no mentiría si dijera que me apetece
meter estos calcetines sucios y rotos
en la lavadora
y poner la mía a remojo
con dos o tres cervezas
mientras me hurgo con virulencia
digital
en la herida.
Que mañana será otro día
con derecho de admisión,
pero sin un bendito libro de reclamaciones,
en esta vida de letrina,
donde poder cagarme en dios.

Ya digo, podría haber tomado cualquier otro poema y aun siendo por completo distinto, resultaría igual de tajante. Vale, pongamos otro ejemplo. Vaya el XXIV:

El dipsómano sumerge la respiración en alcohol
ignorando lo anfibio de sus penas.

Bueno, y aquí el XII:

Mis chicas nadan felices
en la piscina
de un mundo amparado
por socorristas asesinos.

Y, por supuesto, el XLVIII:

Poetas que defienden el poder de la poesía
para cambiar el mundo exterior.

Esos mismos poetas a los que,
curiosamente,
parece costarles tanto
un simple
cambio de muda
interior.

En fin, que tampoco me parece justo dar aquí el poemario completo. Sería peor que eso que dicen de contar el final de las películas (cosa que a mí, particularmente, nunca me ha importado porque detesto el suspense y me fijo y emocionan otras cosas): Busquen el poemario (muy limpia y bonita, original, la edición), que en algunas búsquedas hay un placer sólo superado por el hallazgo del objeto buscado.
Bueno, sí; uno más, el XXXVI:

Duda número treinta y seis:

Los poetas que escriben versos como el culo,
¿harán versículos?

Digo, en suma, que Germán Guirado sale a hacer leña del árbol blindado de la ciencia del mal de la vida, y digo que cada uno de sus versos es un hachazo en cada rama podrida. Para convertir el tronco en una cucaña.

José Luis Moreno-Ruiz, Contradiarios Moreno-Ruiz