domingo, 24 de febrero de 2013

CADA TARDE DE DOMINGO






Cada tarde de domingo
la pareja de enamorados
se sentaba en su banco favorito
del parque más bello de la ciudad
con la intención de reenumerar
-manos entrelazadas,
besos cruzados-
la inagotable lista de horrores y espanto
de su venidera existencia en común.



 

lunes, 18 de febrero de 2013

GIGANTES


Mi amigo J.J. García Rodríguez me hace coprotagonista de esta quijotesca viñeta.
Qué buen reparto!
Si Cervantes levantara la cabeza, se quedaría sin la otra mano.


lunes, 11 de febrero de 2013

ACERCA DE ESCRITOS DE LÁPIZ DE LABIOS: PILAR QUIROSA-CHEYROUZE



TRAVESÍA DEL VERSO


El poeta almeriense Germán Guirado se interna por la urgente travesía del verso, atravesando un páramo de verdades. Y se adentra en la materia de los temas universales, como ya hiciera en su primer poemario, “Menos tú” (El Gaviero Ediciones, 2007), mediante un lenguaje directo y la fuerza que emana de la pulsión de la sentimentalidad, cuando el ritmo de la vida nos alienta o nos combate. “Siempre me ha fascinado/ la figura de las antiguas plañideras/. Hay días en los que yo hubiera sido/ un magnífico profesional”.

La reflexión mueve el mundo para sincronizar un atajo ante tanta miseria y tantos desiertos anímicos. “Tengo miedo al folio en blanco/ y al destino en negro”. Mientras los mares de la vida se nutren de melancolía. Acompañado del grito ante la injusticia social, aquella que se esconde en los pliegues de la sinrazón: “Los pobres son ilegales/, la pobreza no”, cuando el lamento se hace carne y caldo de cultivo para el aislamiento.

Cuando el poeta conoce las claves que nutren las estaciones y los desafíos, tantas veces volcados en un sentimiento contradictorio: “Cuando termina el día/ y el sol tropieza escaleras abajo/ en el trastero desordenado de mis noches…”, esperando que llegue ese reflejo del alba y regrese la fe en los hombres, ahuyentando las barbaries y los desalientos. Mientras, en la infinitud y entre aristas, experimenta el vacío y la soledad: “Paseo por las calles como un perro/ abandonado”. Sin remisión. Lejos de la transparencia del abrazo. Para encontrar, cuando ello es aún posible, un signo: “Hallar el valor de la vida”. Adherido también, en ocasiones, el recurso irónico, a flor de piel, para acuciar a las conciencias: “Sueño con luces de bohemia de bajo consumo”.

En medio de la extrañeza, ante el desconcierto de la humanidad, que cabalga a ritmo de desenfreno y barbarie. Cuando “la tarde te lleva al rincón más oscuro del desconocimiento inexacto”. Y quema, frente a la aridez y la soberbia. Cuando sólo el amor nos salva: “No quiero más Letras del Tesoro/ que los versos que te escribo”. La esperanza de un futuro. O siquiera, de un presente. La sonrisa de un niño. La fe en la vida cotidiana. En los sesgos de cada madrugada, porque, de alguna manera, puede renacer la luz. “Escritos de lápiz de labios”, enredados entre las líneas del tiempo.

Publicado en Focosur.
Pilar Quirosa-Cheyrouze, escritora