sábado, 13 de julio de 2013

CASA DE CITAS: ANDRÉS SOPEÑA MONSALVE


 
De todos modos, los más simplones, sin comparación, eran los negros. Los había buenos, que servían a los blancos y les ponían refrescos y en las excursiones les llevaban los bultos y la escopeta; y los había malos, que a la menor te ataban a un poste para que no te fueras sin ver el baile completo. Pero, buenos o malos, de muy cortas luces. Cómo sería, que en un continente entero de negros, el rey de la selva era un blanco. Que puedes decir bueno, eso es normal; pero que antes había que ver al blanco: el Tarzán es un tío que, en seis películas que le he visto, no ha aprendido a decir otra cosa que Mi Tarzán, tú Yein, y para decirlo, tiene que señalar, vaya que se confunda. Vive con una mujer de confesarse, y el hijo que tiene es adoptado…No te digo más; hasta la mona es más lista. Y si ese es el rey, imagínate los súbditos. Rara es la película en que no se despeñan seis o siete con el equipaje.                                                  
Pero son entretenidas, aunque me creo que la pelea con el cocodrilo, bajo el agua, es siempre la misma.
 
 
Andrés Sopeña Monsalve, El florido pensil
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario