lunes, 10 de enero de 2011

BARCELONA


















































Como resultado inevitable de esta necrosis otoñal
se han desprendido las hojas parroquiales
del árbol del bien y del mal

contemplando desnudo el encuentro
a campo abierto
de cuerpos y sotanas,
de vocaciones en infección
de vírgenes mestruadas
y el rosario como chinas sumergidas
en la piel de charo.
Pero no todo está perdido,
ya que del árbol del bien y del mal
han brotado raíces de antigua contención
enarbolando por el ano
el contundente entusiasmo del obispo
y su invocación.


Inédito





4 comentarios:

  1. Esta ciudad tan bonita, me suena, me suena.

    Por cierto, me encanta la foto de los gatos

    ¡Es preciosa!

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  2. Pues sí, una ciudad realmente interesante e intensa.
    Salud

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  3. el entusiasmo del obispo... ja, ja, buen título para un libro, no creas. Me ha llegado el poema. Un saludo.

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  4. Bueno, Céfiro, sin ánimo de chuparnos las pollas mutuamente, te digo que a mí también me gusta la brisa que me ha devuelto la cita-canción de Corcobado y tu poema.
    Te quiero, Lisboa.

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