miércoles, 25 de noviembre de 2009

GRANDE LISBOA









Después de tantos años
continúas persiguiendo la belleza.
Pasas horas y horas en manos de alguien
que no la alcanzará jamás.
Pretendes a toda costa una porción diminuta de belleza.
En el tambaleante soniquete del reloj despertador
no aparece.
Se marchita en la ducha apresurada,
en el atasco matutino,
en la compañía inexacta.
Sobrevives obstinada en atisbar los pasos
pero ella sigue siendo mucho más veloz
y no piensa detenerse en grotescas ceremonias sociales,
en somníferas juntas de comunidad de propietarios
de la nada.
La belleza no pertenece a nadie y por ese motivo llora
a lágrima finada en las cenas de empresa,
en los cumpleaños infelices,
mientras tú apuestas la vida
a cambio de retenerla
tan sólo un instante
en el casino insomne de tu almohada,
perdiendo tu pelo,
despintada en tus labios.
Todavía no descubriste que siempre
se ausenta en navidad
y no pide permiso para emborracharse en la mesa
cuando aparece la paella de los domingos,
el muestreo completo de preguntas retóricas.
A estas alturas crees a muerte en la belleza inmortal,
por eso no desfalleces tras su rastro
y planeas viajes de atractivo planeado.
Mas deberías saber,
para tu información,
que la belleza nunca sucumbirá
porque nunca llegó
siquiera
a nacer.
No deseó instalarse en una fría habitación de hospital
bajo la atenta mirada
de otros resignados buscadores
de belleza.
Y prefirió la eterna permanencia en el recuerdo
de quienes
alguna vez,
en el estrangulado garabato de un niño,
creyeron adivinarla.

Inédito


2 comentarios:

  1. Este poema cuenta con unos cuatro o cinco meses de vida. A estas alturas de la película suelo tener claro si un texto me gusta y merece la pena ser mostrado o, por el contrario, no pasa de ser una mera anécdota momentánea merecedora del sueño infinito de los justos en una carpeta-fosa de poemas prescindibles. Sin embargo, con el mencionado sigo teniendo mis dudas y hay cosas que posiblemente cambiaré si es que vuelvo a corregirlo. Aún así, he decidido presentarlo en sociedad y que corra la suerte derivada de sus méritos.
    Posteridad u olvido...
    Indulto o lapidación...
    Vida o afiliación al PP...

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  2. Si te sirve mi opinión: yo no cambiaría nada. Antes al contrario, echo en falta más poemas como éste en tu blog...

    Déjate de modestias o escucha la palabra de alguien que te conoce, en caso de duda.

    Tócate la belleza, ahora que la tienes tan cerca.

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